El libro de Eli.

Esta película la vi en casa esta semana, algo que me llamó la atención fue que el tipo de acción es  muy parecida a la de los juego de video, donde descansas un poco y luego vuelves a ver una escena magnifica de acción y violencia.

Por pura curiosidad y cosa que se ha convertido en un hobby bastante tonto, revisé quien había escrito la historia d ela película y me sorprendió saber que es el mismo escritor de un juego de acción y violencia llamado Gear of War (Excelente juego, por cierto), el escritor lleva por nombre Gary Whitta, escribió este guión  solo para cine y no tiene segundas partes, (por los momentos, dado que en hollywood todo se vale) es una película bastante entretenida  y la recomiendo de sobremanera.

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Esta película deja un mensaje muy extraño cuando terminas de verla, se trata de un punto delicado; también uno de los más discutido en estos últimos diez años,  y desde mi punto de vista es el principal causante de las tragedias de la actualidad,  y es la fragilidad de la Fe. No digo que lo muestre en su versión más cruda de este asunto, pues se la pasan media película mentando a todo el mundo, pero como punto fuerte, muestra un poco de lo que es perder ese sentido fundamental de la vida que es, el creer.

Yo por mi parte me inclino a pensar que tiene un transfundo espiritual, y que en conjunto con el resto de los aspectos de la película, el tema espiritual esta muy bien llevado. (esa es mi opinión)

Algo que  que a mucha gente que vio la película los dejó algo desconcertados, y es el hecho de saber, ¿si el tipo (Denzel Washington) era ciego ó no?, pero eso se los dejo de tarea.

Ya ustedes me dirán.

PS: En fin, Feliz Fin de semana…

El abanico de Seda.

 

Hoy quiero comentar de un libro que encontré en la librería y me tomo fuera de base cuando apenas leí la primera oración. Es un libro sencillo de leer y por sobre todo muy aleccionador. Le pertenece a Lisa Lee, una escritora China que sin querer, queriendo te deja anonadado con su forma de mostrar los acontecimientos en el libro.

 abanico

Lo que me llamó la atención en esta ocasión es la forma tan sutil que mueve los hilos de la escritura para dejarte pegado a su libro, (literalmente me leí 35 paginas en un solo jalón) mirando como se desenvuelve la trama y sonriendo y alegrándome de vivir tal como lo he hecho hasta ahora.

La verdad es que no tengo palabras para compartir este pequeño tesoro que encontré en la librería esta semana.  Claro que me han contado que se pueden encontrar más detalles haciendo clic por aquí.

No es por alardear pero esta señora Lisa, tiene una prosa asombrosa que te envuelve desde la primera oración del libro, la cual reza. (Siempre me han gustado los inicios de los libros)

“Tengo ochenta años y soy lo que en nuestro pueblo se denomina «una que todavía no ha muerto», una viuda.”

Disfruten de este libro de verdad es conmovedor.

Leyenda de Kuhaylan

 

Esta es la leyenda del primer caballo, aquel que creó Alá en los primeros tiempos, es una historia romántica donde el caballo le muestra al hombre, Lo que es…

Sin embargo esta leyenda la escuche en una película algo cruda que se llama “Diario de una Ninfa” más sin importar de donde provenga es un extracto muy hermoso.

Los caballos siempre han sido el simbolismo básico de los atributos más difíciles de alcanzar; sagacidad, pureza, libertad y honor.

Sin más prologo, aquí les dejo la leyenda de  Kuhaylan.

Kuhaylan

“Cuentan en mi país que Alá le dijo al viento del sur que de él crearía al caballo árabe.

– Así sea -  dijo el viento. – Y de él surgió aquel tan hermoso ser, un animal elegante y veloz que parecía flotar sobre las arenas del desierto.

Después,  Alá cogió un trozo de soplo del viento del sur y lo ató a las crines del caballo para que nunca olvidará de donde venía…

Aquel primer caballo resultó ser, un caballo  era tan veloz y tan astuto que nadie podía montarlo y tuvo que ser Ismael, el primer fiel, quien consiguiera domesticar a uno de ellos…

Más no supo como llamarlo, un día al verlo galopar con las crines al viento, como una sombra negra, devorando los vientos, surgió aquel nombre tan simple que perduraría durante cientos de años, lo  llamó Kuhaylan, antílope negro. ”